DECLARACIÓN PÚBLICA

Respecto de la actual coyuntura que vive el país, nuestra asociación cultural quiere hacer la siguiente declaración pública:

Ante el escenario social, político, económico y cultural que vive nuestro país nuestra comunidad ha estado en un período de reflexión y no podemos abstraernos del momento histórico que se vive actualmente.

Ha despertado un movimiento cuya transversalidad puede resultar sorprendente, pero el país ha madurado y está preparado para entrar a una era de grandes cambios, de distribuir más equitativamente los frutos del esfuerzo conjunto y, en cuanto a la cultura, abrir espacios de mayor
relevancia para creadores y en general para todos quienes contribuyen dando todo de sí en un contexto que se ha caracterizado por sus extremas privaciones.

Son grandes las carencias, son tantas las exclusiones, pero la protesta ha comenzado a dar frutos, ha aunado voluntades. Se rompe gradualmente el cerco informativo y comienza a emerger la demanda, la fiesta de la democratización, y va quedando relegado el miedo, la violencia y el montaje.

Como músicos independientes tenemos distintas sensibilidades, pero adherimos a la búsqueda de un mejor Chile, más justo y cultural, que inevitablemente debe alejarse de una tendencia que ya durante décadas mantuvo y acrecentó las exclusiones en diversos planos.

Demandamos, como han hecho otros movimientos sociales y culturales, el fin de la violencia, la militarización de las calles, el toque de queda que perjudica el desenvolvimiento de toda sociedad y en particular de nuestro trabajo musical. Son innumerables las actividades clausuradas estos días a causa de la militarización que viven las ciudades del país.

Demandamos más oportunidades para el engrandecimiento de la cultura y el arte. Aunque no se trate de una de las necesidades apremiantes que han protagonizado estos días, no podemos dejar de constatar que han sido relegadas a un lugar de menor importancia debido a la exigua importancia que el Estado ha dado a este tipo de actividades en las últimas décadas. Este castigo inmerecido afecta a instituciones relevantes de la cultura en Chile y a otras que buscan con mucho esfuerzo superar sus dificultades.

Demandamos, sobre todo, paz y justicia social. El fin de una sociedad de chilenos de primera y segunda clase. Una sociedad que sea generosa y solidaria es lo que queremos construir.

Nuestro compromiso es orientarnos a ello y buscar un destino más solidario para la sociedad de nuestro país, pero en particular para las bandas, solistas, músicos y todos quienes contribuyen a las actividades de nuestra comunidad. Por extensión, también a aquellas asociaciones con las que
podamos actuar en conjunto, a fin de construir un futuro más justo no sólo en lo económico y social, sino también en lo artístico y cultural.

Santiago, 22 de octubre de 2019

Versión disponible en Facebook